sábado, 30 de octubre de 2010

Las ballenas:cetáceos en peligro de extinción.

Historia de las ballenas:

Las ballenas tienen aspecto de peces, pero son mamíferos. Son animales de sangre caliente que nacen, viven, duermen y se reproducen en el agua. Suelen encontrarse en aguas frías, pero no es éste su hábitat exclusivo, puesto que llegan cada año hasta la zona ecuatorial, en su época de cría.
Los antepasados de estos animales tan magníficamente adaptados al medio marino eran, sin embargo, animales terrestres cubiertos de pelo. Aquellos antepasados se acostumbraron a pasar cada vez más tiempo en el mar; era su manera de eludir a sus enemigos terrestres, superiores en número y fuerzas.

Lectura.:


Desde hace muchos años el hombre se ha dedicado a cazar ballenas para
aprovechar su grasa.
Antiguamente los balleneros después de buscarlas en los mares, se
acercaban con sus embarcaciones y daban caza a estos enormes animales con sus
arpones lanzados con fuerza.
Hoy en día las ballenas se buscan con radar y los arpones son disparados
con potentes cañones que alcanzan mayores distancias.
Este tipo de caza ha supuesto casi la desaparición de las ballenas.
Algunas especies de ballenas están casi al borde de la extinción; es decir,
que si no se deja de perseguirlas y matarlas, desaparecerán para siempre de los
mares.
Afortunadamente muchos países han firmado unos acuerdos en los que se
prohíbe su caza durante varios años para evitar su desaparición.
Pero otros siguen aún matándolas.

Opinión sobre la matanza de estas enormes mamíferos.

Si el hombre las sigue cazando no va ver más ballenas, para evitar esa extinción debemos dejar que tengan un tiempo de veda para que así las dejemos que se reproduzcan.

Reglamento del CIRCB:

Primero quisiera explicar sobre la posición básica del Japón. Sobre este tema pensamos que es posible sostener una conversación constructiva al comprender, con serenidad, mutuamente las posiciones.
La Convención Internacional para la Reglamentación de la Caza de Ballena (CIRCB) se creó, tal como dice en su preámbulo, “para permitir un desarrollo ordenado de la industria ballenera intentando conservar adecuadamente a las ballenas” y bajo el entendimiento de que “si se controla adecuadamente la caza de las ballenas éstas se pueden reproducir y, si las ballenas se reproducen, su cantidad aumenta, por lo que se pueden cazar sin perjudicar a los recursos naturales”.
Es decir, dicho tratado está suscrito con la premisa del uso letal de las ballenas y uno de sus objetivos principales es el uso sostenible de los recursos balleneros como un recurso natural. Esto forma el núcleo de la posición de Japón frente al tema de las ballenas. Se supone que Chile también comparte esta posición.
Fotos de ballenas antes de que las caze.





Fotos de algunas ballenas muertas:



Ahí les vá un video, como cazan a estos grandes cetáceos:










viernes, 29 de octubre de 2010

Hebaristo, el sauce que murió de amor.

Resumen de la obra:
Evaristo Mazuelos, el farmacéutico de la botica "El Amigo del Pueblo", y Hebaristo, el sauce inclinado que vegetaba en una parcela cercana, eran dos almas paralelas. Ambos tenían 30 años y un aspecto cansino y taciturno. Así como el árbol Hebaristo cobijaba a los campesinos a la hora del mediodía, Evaristo escuchaba a quienes cobijaba en la botica.
Evaristo Mazuelos se enamoró de Blanca Luz, la hija del Doctor Carrizales, magistrado que llegó al pueblo como Juez de Primera Instancia, pero lamentablemente para Evaristo, la chica no estuvo mucho tiempo en el pueblo: apenas poco más de un mes. Sucedió que su padre cayó mal al Secretario de la subprefectura, un tal De la Haza, quien al mismo tiempo era redactor de "La Voz Regionalista", el decano de la prensa lugareña. De la Haza escribió un artículo tendencioso titulado "¿Hasta cuándo?"; en este artículo se mencionaba ciertos pasajes íntimos de la esposa del Juez, quien ya era finada. Por ese motivo el Juez, ofendido, dejó la judicatura y abandonó el pueblo, junto con su hija. Sin embargo, Evaristo no perdió la esperanza de volver a ver a su amada, que se había convertido en su inspiración poética.
De otro lado, la vida del sauce, por haber nacido de la casualidad, era solitaria y trágica. Como Evaristo, Hebaristo sentía necesidad de afecto; esperaba la brisa o el pico de las aves, para recibir el polen fecundador. Pero al parecer los otros sauces debían estar muy lejos, pues el polen nunca llegó y el sauce se fue secando lentamente, tal como a Evaristo Mazuelos lo consumía la desilusión de no tener noticias de Blanca Luz. No hacía otra cosa que ir diariamente al borde del arroyo donde languidecía el árbol. El sauce se acostumbró con su cotidiana presencia, quizás intuyendo su solitaria tragedia. Eran pues dos almas similares.
Cierto día Evaristo no fue al lado del sauce. Aquella misma tarde vino el carpintero del pueblo, quien cortó el árbol, y en el lomo de un burro lo trasladó hasta la carpintería "Rueda e Hijos". La madera del árbol sirvió de ataúd al fallecido Evaristo Mazuelos. El editorialista de "La Voz Regionalista" lloró la desaparición del farmacéutico. Lo propio hizo el Alcalde, el Sr. Unzueta (quien a la vez era el propietario de la farmacia), dando un discurso fúnebre, aparentemente muy sentido, en donde aludió al “ataúd de duro roble”, donde yacía un "honrado ciudadano". Al día siguiente del entierro la carpintería entregó una factura al dueño de la farmacia por el valor de un "ataúd de roble". El señor Unzueta reclamó, señalando que el ataúd era en realidad de sauce y por lo tanto su valor debía ser menor. El carpintero no quiso cambiar los términos de la factura, a no ser que Unzueta rectificara lo dicho en su discurso. Unzueta aceptó finalmente pagar como si el ataúd hubiera sido de roble, a fin de no quitar una frase que a su ver había quedado magnífica en su discurso.

 Publicación:
 Fué publicado por Abraham Valdelomar el 18 de agosto de 1917 en la capital del Perú.
Personajes:
   -Pricipales:
                      +Evaristo Mazuelos: Era un joven boticario.
                      +Hebaristo: Era un sauce que estaba entre medio de una parcela y cerca a una acequia.
                      +Blanca Luz: Era la hija del juez del pueblo P.
  -Secundarios:
                      +Sr. Unzueta: Era el alcalde del pueblo y además era el dueño de la botica.
                      +Carpintero: Dueño de la la carpintería "Rueda e hijos".

Escenario:
         

Abraham Valdelomar  ambienta la historia en la aldea de P., un pueblo de una provincia costeña del Perú en medio de un desierto.
Opinión de la obra literaria "Hebaristo, el sauce que murió de amor".   
El autor usa un lenguaje coloquial, pero en la cual siempre hay unas palabras que deben ser buscadas en un diccionario, tales son los casos de las siguientes palabras: enlutado, óleo, miliciana, chucracos, albur.
Valdelomar hace que el Sauce pueda pensar tal es el siguiente caso como el “Gigante Egoísta”.